24.12.13

-¡¡Feliz Navidad!!-


El equipo completo de Curvas Libres les desea que tengan una increíble Nochebuena y otra tremenda Navidad, acompañados de seres queridos, pan dulce y aire acondicionado (o en su defecto, un turbito amigo). Chin chin para todos!!!!!!!!!!!!


20.12.13

-Esos regalos que entran en el Top Ten-


No sé ustedes, pero yo amo los regalos. Amo dar regalos tanto o más que recibirlos, en verdad. Nunca fui fan de los “regalos genéricos”, del “les regalo a todos lo mismo así no se ofenden”. Un regalo para mí es algo especial, algo elegido exclusivamente para determinada persona.

Esto llevó muchas veces a que me acusaran de materialista, y aunque estoy segura que muchos amantes de los regalos lo son, en mi caso no es así. Mi amor a los regalos viene del amor que siento por la gente que me rodea. Disfruto inmensamente pensar opciones, barajar los pro y los con de cada una. ¿Y saben que es lo que más amo de los regalos? La cara de mis seres queridos cuando abren el paquete y ven el regalo perfecto.


Ahora, comprar un buen regalo para alguien no es una tarea tan difícil. Podés preguntarle qué necesita, o darle cierta cantidad de dinero para que se compre lo que quiera. Pero conseguir el regalo perfecto, ese que queda en el Top Ten de los mejores regalos… eso requiere de algo más. Hay algunas cosas que tenés que tener en cuenta para empezar:

*¿Hay algo que podés conseguir o hacer por esa persona para hacer su vida más fácil?

*¿Hay algo que te haya comentado que quería pero que no podía darse el gusto de comprar?

*¿Podés conseguirle algún material especial para sus hobbies?

*¿Hay algún lugar o espectáculo sobre el que esté hablando últimamente?

*¿Viste algo que podría ser ideal para esa persona, aunque ella jamás lo hubiera pensado?

*¿Colecciona algo a lo que vos puedas sumar un elemento más?

Con un poco de dedicación y aprovechando todo lo que conocemos de nuestros seres queridos, podemos conseguir que ese regalo sea una muestra de todo el amor que sentimos por ellos. Demostrarle a alguien que lo comprendemos, que conocemos quién es, ese es el verdadero regalo.

Eso es esencialmente lo que hace que ame los regalos. Y es por mi amor a los regalos que decidí ¡sacar de gira a Curvas Libres Indumentaria esta Navidad! Vamos a estar con todas nuestras prendas en la Expo Atrevidas (Av. Rivadavia 5741) del domingo 22 al martes 24 esperándolas para que vengan a buscar el regalo perfecto para esa mujer de curvas generosas, sexy y segura que tienen en sus vidas. Las espero para elegir juntas ese regalo que las va a coronar como La Reina Absoluta y Eterna de Todos los Regalos.


Y puede ser que incluso tenga un regalito esperándolas a ustedes. Casi seguro. Seguro. Bah, vengan a buscar su regalito también, jaja. 

¡¡Las veo en la feria!!


Besos,

-Gi-

9.12.13

-Una muy buena noche-

El sábado fui a la fiesta de bautismo de la hija de una amiga. Me puse un lindo vestido, me arreglé, me subí a los tacos y me fui, luciendo bastante bien, sin falsa modestia. La fiesta fue un éxito. Todos los que estábamos ahí conocíamos a la familia hace años y nos hemos visto en otras celebraciones, así que había un ambiente cómodo y amigable que no siempre se da. La música estuvo genial y la comida riquísima. 

Descansando un rato después del primer baile
(no juzguen mi pelo)
En medio de la cena, me levanté para servir más bebida y esto fue lo que sucedió:

Mamá de Mi Amiga (gritando a través de la mesa): ¡Ay, estás más flaca!
Yo (con sonrisa amigable): No, para nada.
MMA: Sí, sí, ¡¡estás mucho más flaca!!
Yo: La verdad que no, pero estoy perfecta así como estoy, así que estoy contenta.
MMA: Bueno, pero yo te veo más flaca.

Ahora, no soy una completa inadaptada social, y entiendo que ella estaba intentando hacerme un cumplido sobre lo bien que lucía esa noche. Y podría haberlo dejado pasar con un “gracias” y listo. Pero el tema es que decirme que estoy más flaca no es un cumplido, y no quiero tomarlo como tal.

No es un cumplido porque el asociar más flaca = más linda es un tren de pensamiento que sólo puede llevar a un lugar destructivo a la larga. Y es que si estoy más linda porque estoy más flaca, no importa si me arreglo o me pongo un vestido especial. Si estoy más linda porque estoy más flaca, cuando estoy más gorda no puedo estar más linda.

Y ese momento de poder decir “no estoy más flaca, pero estoy perfecta así”, y decirlo de verdad, sintiéndolo y no tratando de convencerme a mí misma, se sintió como una victoria personal. Una victoria sobre el sistema que intenta meternos en la cabeza día tras día que no puede ser así, y una victoria sobre la Gi de no hace tanto tiempo atrás, que hubiera aceptado el cumplido y pensado que el lunes tendría que empezar a hacer dieta de nuevo para seguir estando más flaca.  

Así que no, no estoy más flaca, pero estoy más linda porque aprendí a quererme, y a cuidarme. Gracias.


Cuéntenme, ¿a ustedes también les dijeron este “¡Estás más flaca!” alguna vez? ¿Cómo se sintieron?


Besos,

-Gi-

3.12.13

-¿Estás viendo lo que yo veo?-


Esta noche vi la final de Project Runway Latin America. Realmente no es un programa que siga religiosamente, culpa de Glitz por ponerlo al mismo tiempo que The Amazing Race. Por si todavía existe alguien en el mundo que no conozca sobre Project Runway, en la final 3 ó 4 diseñadores presentan una docena de diseños que forman una colección, y después entre ellos se elije un ganador.

Ahora, ¿qué tuvo de especial este episodio que merezca hablar de él? No el hecho de haberlo mirado desde la cama, muy repatingada y cómoda a pesar de que mi perro insistía en empujarme. Tampoco fue el hecho de que estos diseñadores fueran algo especial (no por criticarlos, pero no creo haber visto a la próxima Carolina Herrera o al próximo Alexander McQueen). Lo que fue diferente sobre este capítulo fue la forma en que yo lo vi.

Desde que empecé a interesarme en el mundo fatshion, la gran gran mayoría de blogs que leo son de bloggers de tallas grandes. Y ya no leo más Oh la la! o Para Ti, sino prefiero Belleza XL o Volup2. ¿Qué tienen en común? Adivinaron, en todos hay imágenes de mujeres de curvas generosas (luciendo divinas, añadiría). Tampoco suelo mirar programas de TV relacionados con la moda como Project Runway o America´s Next Top Model, así que en su mayor parte estoy desconectada del común del mundo de la moda “normal”.

Supongo que esa fue la razón por la que hoy me resultó raro ver a las modelos en las pasarelas. Las proporciones de su cuerpo, la delgadez de sus piernas y sus brazos me resultaron raros. No desagradables, ni “enfermos”. Raros. Hasta que me di cuenta que era porque mi percepción había cambiado. Lo que aceptamos como normal es lo que vemos en el día a día, la figura humana que nos parece correcta es la que se nos presenta como tal. Si todo lo que vemos en la televisión, las revistas y las páginas web que visitamos son cuerpos delgados, por supuesto que entonces un cuerpo gordo nos va a parecer extraño, y llevado a su extremo, desagradable. Pero, ¿y si lo que percibimos como normal cambia?

Yo lo hice, concientemente, y resultó de una manera que en realidad no estaba preparada para creer. No digo con esto que todos deberíamos dejar de lado a las modelos “normales” y sólo ver a mujeres de tallas grandes. Para nada. Lo que digo es que debemos ampliar nuestra percepción de lo que es “normal” para incluir a todos los tipos de cuerpos: delgados, gordos, con capacidades diferentes, transexuales, etc.

Por dictado cultural o biológico, realmente no lo sé, el ser humano está predispuesto a rechazar lo que le resulta diferente. Así que ¿qué clase de mundo podríamos tener  si todos fuéramos “normales”?


Cuéntenme, ¿qué opinan de esta experiencia? ¿Alguna vez les pasó algo similar? 


Besos,

-Gi-

1.12.13

-Love EVERY Body - 1er mes-


¡Buenas buenas! Raro tenerme por acá un domingo, ¿no? Y sí, confieso que los domingos prefiero dormir hasta tarde y no tener que pensar en nada, pero hoy vamos a hacer una excepción.

Leah, del blog Just me, Leah propuso hacer un workshop llamado Love Every Body. Su idea es tratar de ver lo positivo en nuestro cuerpo, no sólo en la parte física de por sí sino por todas las cosas que éste hace por nosotras. La estrategia que armó es tomar por separado cada parte del cuerpo, para de esta forma cambiar de a poco algunas de las ideas negativas que fuimos acumulando a lo largo de los años. Todas las participantes vamos a estar publicando nuestros artículos el primer domingo de cada mes hasta llegar al final del workshop. (Así que sí, aunque sea un domingo por mes voy a estar levantándome temprano. Leah tiene suerte de que me caiga tan bien, je).

Nuestra primera asignación es escribir una carta a nuestro cuerpo, reconociendo las cosas que hemos pasado juntos. Todavía no empecé y ya me da miedito lo que pueda salir, pero bueno, acá vamos:


Querido cuerpo:

Trato de pensar las cosas que pasamos juntos y creo que hay algo por lo que tengo que disculparme primero que todo: el estado de nuestra piel. Perdoname por no buscar antes un médico competente que pudiera entender lo que nos estaba pasando y que nos ayudara a resolverlo. Rasqué nuestra piel hasta sacar sangre, no dejé curar las lastimaduras que se nos formaban y nos llené de cicatrices por eso. Perdoname por culparte por no poder parar ese ciclo, y sobre todo por todavía hoy enojarme por cómo luce. Sé que muchas veces veo fotos de otras mujeres y lo primero que me pasa por la cabeza es “su piel es tan hermosa, no como la mía”. Y no es justo. Tenemos una enfermedad y tratamos de manejarlo de la mejor manera que pudimos, y seguimos haciéndolo ahora con más conocimiento de lo que pasa, pero eso no puede deshacer lo que vivimos ni las cicatrices (físicas y mentales) que esto dejó atrás. Estuve tan orgullosa de vos cuando fuimos a tatuarnos, porque no sangraste y curaste rápido. ¿Porqué no me di cuenta antes de que gracias a esas características nuestra piel luce mucho mejor de lo que podría ser? Perdoname por no haberlo pensado antes.

La verdad que siempre fuiste muy bueno conmigo, y muy pocas veces lo veo de esa manera. Es cierto que elegiste tener el color de pelo, piel y ojos oscuro de papá en vez del pelo rubio, la piel blanca y los ojos verdes de mamá, pero bueno, supongo que después de 30 años así tendría que dejarlo ir y tratar de hacer lo mejor posible con lo que me diste. Y también es cierto que de un día para otro decidiste que la copa de mi corpiño debería ser 105 y por eso las chicas se fueron al suelo más rápido de lo que pude notar, y eso sí que lo encuentro difícil de perdonar. Pero más allá de eso, no me diste muchos conflictos con los que lidiar. El asma de la infancia quedó en esa época, salvo algunas pocas excepciones. El quiste sebáceo en mi cabeza no era maligno, y te bancaste que la cirujana lo sacara sin ningún problema.   

Aparte de la piel, supongo que nuestro mayor conflicto fue la gordura. Te acusé de estar enfermo, de rebelarte contra mí, de mantenerme prisionera donde no quería estar. Ahora entiendo que no tenés ninguna enfermedad y que solamente sos como nuestros genes designaron que seas. Sé que a veces todavía te maldigo por darme una doble papada, una panza con forma rara y muslos que parecen expandirse más cada vez que miro para abajo. Prometo seguir trabajando para evitarlo, y tratar de ver la belleza que hay en todas tus partes.

¿Recordás esa noche que nos sacamos fotos y sentí tanto amor por vos que tuve que rodearte con los brazos lo más que pude para mostrártelo? Prometo hacer lo posible para tener más noches y días como esos, y menos en los que te vea como un extraño.

Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuak!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Gisela.


Cuéntenme, ¿qué les parece este workshop que empezamos hoy? ¿Qué pondrían ustedes si le escribieran una carta a su propio cuerpo?

Si tienen un ratito, dénse una vuelta por lo de Leah a ver los artículos de las otras increíbles bloggers que también están participando.


*Como la mayoría de las participantes de este workshop son de habla inglesa, voy a publicar los artículos de esta serie en los dos idiomas, para que no haya ninguna barrera de entendimiento.




Hello hello! It´s weird having me here on a Sunday, right? Yes, I confess that on Sundays I rather sleep in and not having to think about anything, but today we´re gonna make an exception.

Leah, from Just me, Leah, came up with a workshop called Love Every Body. Her idea is to try to see the positive in our bodies, not just regarding our exterior but for everything they do for us. The strategy she put together is to take each part of our body separately, in order to change some of the negative ideas we´ve been accumulating through the years. All the participants will be posting our assignments the first Sunday of every month till the end of the workshop. (So yes, I´ll be waking up early at least one Sunday per month. Leah is lucky I like her so much, hahaha)

Our first assignment is to write a letter to our body, acknowledging the things we´ve been through together. I haven´t even started yet and I´m already a little afraid of what might come up, but here we go:


Dear body,

I try to think about the things we´ve been through together and I believe there´s something for which I must apologize first of all: the condition of our skin. Forgive me for not seeking earlier a competent doctor who could understand what was going on with us and help us solve it. I scratched our skin till it bled, didn´t let the injuries heal and now we´re covered in scars because of that. I´m sorry for blaming you for not being able to stop that cycle, and specially for still being angry because of the way it looks. I know that many times I look at other women´ photos and the first thing that comes to my mind is “her skin is so beautiful, unlike mine”. And it´s not fair. We have a condition and we tried to handle it the best way we could, and we still do –now with more knowledge of what´s going on. But it doesn´t undo what we lived or the (physical and mental) scars it left behind. I was so proud of you when we got our tattoos, for not bleeding and healing so fast. Why didn´t I notice before that thanks to those traits our skin looks so much better that what it could look? Forgive me for not noticing that earlier.      

The truth is, you´ve always been very good to me, and I don´t see it that way very often. It´s true that you chose to have dad´s dark hair, skin and eye color instead of mom´s blonde hair, white skin and green eyes, but well, I guess that after 30 years like this I should let it go and try to do the best I can with what you gave me. And it is also true that you decided overnight that my bra size should be 36DD and so ´the girls´ went south as soon as they appeared, and that is something I do find hard to forgive. But beyond that, you didn´t give me too much issues to deal with. My childhood asthma ended then, except for a very few times. The sebaceous cyst in my head wasn´t malignant, and you let the surgeon take it out with no issues at all.

Besides from our skin, I guess our biggest conflict was our fatness. I accused you of being ill, of rebel against me, of keeping me locked where I didn´t wanna be. Now I understand that you don´t have a disease and that you are just the way our genes decided you should be. I know that sometimes I still curse you for giving me a double chin, a weird shaped belly and tights that seem to expand farther every time I look down. I promise I´ll keep working on avoiding that, and to try to see the beauty on every one of your parts.
Do you remember the night we took photos of ourself and I felt so much love for you that I had to wrap my arms around you as much as I could to show you? I promise I´ll do my best to have more nights and days like that, and less in which I see you as a stranger.

Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuak!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Gisela.


Tell me, what do you think of this workshop we´re starting today? What would you write on a letter to your own bodies?


If you have a few minutes, check out Leah´s blog to see the other amazing bloggers´ posts.


Besos,

-Gi-

nRelate Posts Only